Cuando hablamos de mantenimiento de ventanas, no estamos hablando solo de estética. Hablamos de confort, eficiencia y, sobre todo, protección contra los elementos. Porque si alguna vez has sentido una brisa inesperada en pleno invierno o has visto el agua filtrarse tras una lluvia intensa, sabes que no es solo aire o agua. Es una advertencia de que algo no está funcionando como debería.
Y como el clima en Chile no perdona, mejor que tomes medidas antes de que el frío y la humedad se adueñen de tu hogar.
El enemigo invisible: las filtraciones silenciosas
Las ventanas no siempre fallan de manera evidente, con el agua entrando a chorros o el vidrio completamente empañado. Muchas veces, el problema comienza de forma sutil:
- Sellos desgastados que dejan entrar el frío
- Humedad atrapada entre los vidrios
- Marcos deteriorados por el paso del tiempo
- Manchas de moho en las esquinas
Si no prestas atención a estas señales, lo que podría ser una simple reparación se convierte en un reemplazo costoso de ventanas.
Diagnóstico la clave del mantenimiento de ventanas
No todas las filtraciones vienen del mismo lugar. Algunas pueden originarse en:
- Sellos vencidos o mal instalados
- Marcos de madera dañados por la humedad
- Cristales con defectos que permiten filtraciones
- Instalaciones deficientes o mal selladas
Truco pro: Pasa la mano cerca de los bordes de la ventana en un día frío. Si sientes una corriente de aire, es momento de actuar.
Soluciones rápidas (para salir del apuro, no para siempre)
Cuando la filtración ya apareció, necesitas una solución inmediata. Estas opciones pueden ayudarte temporalmente:
- Sellador de silicona
Ideal para grietas y uniones. Flexible y resistente al agua. Úsalo en zonas secas para mayor efectividad. - Burletes de goma o espuma
Se adhieren fácilmente en los bordes de la ventana para bloquear corrientes de aire y mejorar la hermeticidad. - Plástico aislante térmico
Se aplica sobre el vidrio con calor y crea una barrera adicional contra el frío. Solución temporal pero efectiva en invierno.
Soluciones definitivas (si quieres tranquilidad a largo plazo)
Parchar no es suficiente. Para evitar problemas recurrentes, lo mejor es:
- Reemplazar sellos desgastados
Si la silicona está vieja, toca retirarla y aplicar una nueva para asegurar la hermeticidad. - Instalar doble vidrio
Reduce la pérdida de calor y evita condensación entre cristales. - Revisar el estado del marco
Si el material está hinchado, podrido o con moho, puede ser necesario sustituirlo. - Mantener la limpieza y revisión periódica
Parece básico, pero muchas filtraciones ocurren por descuido en la limpieza de los marcos y vidrios.
Materiales que necesitas para el mantenimiento como un pro
- Paño suave y limpiacristales no abrasivo
- Sellador de silicona o poliuretano
- Burletes adhesivos
- Espátula para retirar sellos viejos
- Linterna para inspeccionar detalles
Cuándo llamar a profesionales
Si tienes:
- Humedad atrapada entre los cristales
- Marcos en mal estado o podridos
- Filtraciones constantes a pesar de haber sellado
- Ventanas con problemas estructurales
Entonces necesitas un equipo especializado en reparación y mantenimiento. No pongas en riesgo la eficiencia energética de tu hogar por tratar de ahorrar unos pesos.
El mito de «es solo una pequeña filtración»
Spoiler: No lo es. Porque una filtración no tratada puede derivar en moho, daños estructurales y un consumo innecesario de energía para calefacción.
Tips finales que nadie te dice
- No tapes la filtración sin eliminar la causa.
- Usa productos adecuados según el material del marco.
- Revisa el estado de las ventanas cada cambio de estación.
- Si ves humedad entre los vidrios, no esperes: consulta con expertos.
Las ventanas son los ojos de tu hogar. Mantenerlas en buen estado significa disfrutar de luz, confort y eficiencia térmica sin problemas. Si no quieres que el frío y la humedad te tomen por sorpresa, llámanos y garantiza que tu casa siga siendo un refugio seguro.